Hasta pronto Lubumbashi ...

Estamos a escasas horas de marchar  de regreso para España... Los sentimientos que tengo ahora mismo son muy contradictorios, por un lado la necesidad de ver a mi familia, amigos, a mi perrito... Pero por otro lado, el sentimiento de dejar esta aventura, a las grandes personas que he conocido en esta ciudad... Una parte de mi corazón pertenecerá a todo lo que he vivido aquí, a todo lo que mis ojos han tenido la suerte de ver y conocer....

Dije que no lloraría... Ha sido imposible, hoy fuimos con las Siervas a su oración y Midi nos ha dedicado unas palabras preciosas que han hecho que me derrumbara... Mezcla de la alegría de lo que estaba escuchando y la tristeza de marcharme... También nos acercamos hasta la parroquia para decir adiós... Y me llegó al corazón como nos recibieron los niños y monitores, sobre todo uno de los monitores que dijo que no debimos ir para decir adiós y hacerle llorar... Cómo todos nos pedían que los echará de menos cuando mi corazón ya lo estaba haciendo al no tener la certeza de que los volveré a ver algún día... Ojalá tenga esa suerte...

Hoy me voy... Pero no digo un adiós... Digo un hasta pronto porque África me ha enamorado y se que volveré algún día.

Gracias a todos los que me habéis acompañado... Como os dije me faltaban horas para contaros, ahora mismo estoy escribiendo esta entrada a través de un email para que la suban porque me apetecía escribir mis últimas palabras desde aquí... Así que lo que no me dio tiempo de hacer lo hare desde Ourense, seguiremos en contacto.



Fotos hechas ayer estrenando mi falda congoleña hecha por Jacky


Os quiero


Un beso fuerte

Adriana

3 comentarios:

  1. Me conmueve ver que los sentimientos ,siguen a flor de piel,Pero yo estoy feliz por tu regreso

    ResponderEliminar
  2. Cuantos sentimientos.... ánimo Adriana lo q has vivido quedará contigio para siempre!!!
    Estoy segura d q volverás!!!
    Aqui tambien eres necesaria y querida!!!
    Hasta pronto!!!!
    Por cierto estas guapísima con esa falda!!!♥♥♥♥

    ResponderEliminar
  3. Querida Adriana,
    todos tus amigos han seguido tu blog con muchísima atención y cariño y te han dicho cuánto te echaban de menos. Lo entiendo perfectamente, no sólo por lo bien que has ido contando todas esas aventuras que nos iban sucediendo sino porque eres una persona excepcional y si alguien de tu entorno aún tenía alguna duda, después de todo lo escrito aquí, ya les habrá quedado meridianamente claro.
    Ahora que te han recuperado y te tienen cerca he de decirte que quien te echa de menos soy yo. Y quiero que sepas que de todos los regalos que he recibido en este tiempo en el Congo, sin duda uno de los más importantes has sido tú; ahora es a mí a quien le toca sufrir el vacío de tenerte lejos. Afortunadamente, aquí no se va la luz y no tendré que lanzarme como un vampiro para coger "la güifi" y comunicarme, pero no es lo mismo.
    Aunque por otra parte, pensándolo bien es un alivio no tener que ir de guardaespaldas de la niña como un perro de presa para quitarle de encima los innumerables candidatos aspirantes a novios que querían casarse contigo, que no quieran ustedes saber el trabajo tan duro que he tenido yo este tiempo (que eso no está pagado con nada), o sea, que viéndolo bien, ya me hacían falta a mí unas vacaciones.
    Adriana, gracias por ser mi "memoria externa", mi "Pepito Grillo" y mi principal administradora además de una compañera de viaje excepcional
    Te quiero, nena. Un besazo y ¡Hasta la próxima!, que nosotras estamos muy locas y capaces somos de repetir el año que viene

    ResponderEliminar